Necesitas bajar de peso y ponerte en forma pero siempre surge la misma frase: “la otra semana comienzo”, y pasan y pasan los días ¿y nada que inicias el gimnasio? 

Puede que empezar sea costoso, difícil y hasta incómodo. Para que esto no suceda, te recomendamos algunos consejos para sobrevivir a los primeros días de gimnasio.

Consideraciones básicas al comenzar el gimnasio

Es normal que al iniciar nuestro primer día nos pregunten acerca de qué buscamos, cuál es nuestro objetivo o qué queremos lograr con el entrenamiento. Pues en torno al objetivo se llevará a cabo la actividad y mediremos nuestro progreso.


Es así como, es importante tener un objetivo y encaminar en función de éste nuestro trabajo. De esta forma, si buscamos ganar peso o masa muscular entrenaremos para hipertrofiar, si buscamos perder peso enfocaremos el trabajo hacia la quema de grasa, mientras que si queremos estar en forma o relajarnos, diferentes actividades pueden ser de ayuda en función de nuestros gustos y preferencias.

De otra parte, es importante que al comenzar contemos con un profesional que nos ayude a diseñar nuestro plan de acción, es decir, nuestro entrenamiento.

Para enfrentar el trabajo exitosamente sin morir en el intento y sobrevivir a los primeros días de gimnasio que son los más duros y complejos, es fundamental atender a las siguientes recomendaciones:

•        Concentrarnos en la técnica de cada movimiento, es decir, en cómo realizar de manera correcta cada ejercicio, pues un trabajo mal realizado no va a producir resultados y podría causarte lesiones.

•        Coger un peso razonable, con la misión de no condicionar la técnica que tanto debemos cuidar, además, si el peso es excesivo no podremos soportar muchas repeticiones y los dolores al siguiente día nos alejarán del gimnasio.

•        No abusar del tiempo, no excedernos con la dosis de trabajo, ya que el cuerpo está iniciando una nueva actividad y los excesos sólo nos harán alejarnos de ésta. El primer día, no es recomendable quedarnos dos horas en el gimnasio, ni correr una hora en la trotadora, sino que lo mejor es ir con calma, aprendiendo la respuesta de nuestro cuerpo al entrenamiento.

•        Evitar las clases colectivas los primeros días, pues en ellas es más complejo aprender a realizar la rutina correctamente, siempre es conveniente dedicar tiempo a conocer las técnicas de diferentes ejercicios y mejorar la forma física para después poder adentrarnos a un trabajo en clases colectivas.

•        Asiste con la ropa adecuada, no vayas al gimnasio con jeans o calzado no deportivo, busca prendas que te permitan eliminar el sudor y no acumular humedad. Para ello, un buen par de zapatillas es fundamental, nunca asistas al gimnasio con chanclas o zapatos.

•        Ten en cuenta un equipamiento básico para cargar en la maleta, puede ser una toalla para secar el sudor, una botella de agua para mantener la hidratación, así como un reproductor de música, reloj o cronómetro, guantes, entre otros objetos que creas usarás durante el entrenamiento.

•        Es indispensable el calentamiento, el cual te permitirá trabajar mejor y evitar las lesiones.

•        Recuerda estirar siempre al finalizar el entrenamiento para promover la circulación sanguínea, la flexibilidad, evitar dolores al día siguiente y lesiones mayores con el paso del tiempo.

•        Cuida tu dieta antes de ir al gimnasio, no asistas en ayunas ni con el estómago lleno, lo mejor es haber comido en el plazo de la hora a dos horas antes de comenzar con la rutina.

Con estos consejos podrás sobrevivir a los primeros días del gimnasio sin sentirte tan incómodo, desorientado ni ajeno al resto de las personas que convivirán contigo mientras entrenas y aprendes a moverte adecuadamente.

Recuerda que los primeros días del gimnasio pueden ser decisivos respecto a la continuidad de tu trabajo, por ello, invierte en ellos, dedícales paciencia y a largo plazo no te arrepentirás de los resultados.
Por Geovanny Orjuela

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