• Se venden por 700 dólares, frente a los 1.500 del precio de partida de 'Glass'
  • Su mayor pega: el cable que cuelga de ellas para manejar el 'pad' de control


Son voluminosas y no se puede decir que su diseño no vaya a causar chanzas entre los amigos o los compañeros de trabajo, pero las gafas-ordenador que Epson acaba de presentar apuestan por una baza que las hace el doble de atractivas que las de Google: cuestan la mitad.

Con un nombre comercial que parece ideado por el mismo equipo que las diseñó, las Moverio BT-200 están ya a la venta en la web de Epson por 700 dólares. Las de Google, en cambio, cuestan 1.500 y, de hecho, el omnipresente buscador ni siquiera ha confirmado cuándo volverá a abrir el grifo de las ventas (después de arrasar con las existencias el pasado mes de abril).

Cuentan con dos microproyectores que muestran imágenes en la cara interior de las lentes con una resolución de 960x540 píxels, y una cámara que graba lo que el usuario tiene delante, además de dos altavoces con sistema Dolby y acelerómetros para detectar el movimiento.
  
Su mayor pega, además de la apariencia, es que no son inalámbricas. En un mundo en el que hasta los bolígrafos se conectan a la red, el control de las gafas se realiza usando un dispositivo con sistema android... que tiene que estar enchufado a ellas mediante un cable.

Es en esa CPU desgajada donde se concentra la memoria flash en la que se pueden almacenar las imágenes y vídeos, así como el módem WiFi que conecta las gafas a la red. Siguiendo con las comparaciones odiosas, las Google Glass se manejan mediante un elegante sistema de movimientos en un sensor situado en la patilla.
Pese a las carencias de las Moverio BT-200, la rapidez en llegar al mercado podría darle a Epson una ventaja crucial en una competición que apenas acaba de comenzar. Mientras Google promete que fabricará las Glass en masa en los próximos meses, otras empresas como la coreana LG y la china Baidu anunciaron el pasado año proyectos similares de realidad aumentada.


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