La Navidad es una de esas épocas del año que tiene tantos admiradores como detractores. Están las personas que adoran la Navidad, las bolas de colores, los abetos y hasta los villancicos. Y están aquellas a quiénes la mera visión de un gorrito de Santa Claus les produce casi un sarpullido. Porque además, la Navidad está en todas partes y es muy difícil escapar a ella. Así que en el supuesto de que no puedas coger un viaje e irte a la otra punta del mundo veamos que cosas podemos hacer para disfrutar un poco de estas fechas, nos gusten más o menos.


1. Aceptar lo inevitable
Es el primer paso, que aunque obvio, a veces nos cuesta dar. De nada sirve quejarte de los anuncios desde finales de noviembre, de las películas navideñas, de los centros comerciales decorados, del consumismo, etc… Va a suceder de todos modos, así que trata de no desperdiciar energía en ello.

2. Disfrutar de los días libres
Con un poco de suerte, además de los días señalados, tendrás algunos días de vacaciones. Es posible que te veas obligado a hacer algunas cosas navideñas, como compras y demás menesteres, pero seguro que también te queda algo de tiempo libre, porque además el ritmo de todo se ralentiza. Disfrútalo sin más. Es tuyo.

3. Moderar las comidas
Es normal cambiar un poco la alimentación en estos días festivos y de celebración, pero procura no pasarte. Las comilonas no sólo te regalarán unos cuantos kilos al final de las fiestas, sino que además te harán sentir pesado y en el peor de los casos con malestar. Come bien, pero no te pases.

4. Moderar el alcohol
He querido separar la comida de la bebida, porque si a algo son dados estos días es a beber más de la cuenta. Como en el caso de las comidas, beber en exceso te hará sentir mal y es un factor de riesgo para otros temas que comentaré en otros puntos.

5. Compra sólo lo que te apetezca
No hay ninguna obligación de hacer regalos a personas a las que no te apetece regalar. Bueno sí, a veces la hay. En esos casos puedes optar por comprar en tiendas de comercio justo (por lo menos sentirás que colaboras), hacer algo tú mismo o ir a lo fácil para que por lo menos además del dinero, no pierdas el tiempo.

6. Regálate algo a ti mismo
A veces nos cuesta encontrar el momento para hacernos un regalo a nosotros mismos, algo que tal vez no necesitamos pero que nos hace ilusión. Ahora tienes la excusa perfecta para hacerlo. Siempre puedes decir que fue cosa de Santa Claus.

7. Pasa de tu “cuñado”
Pues eso y así de claro. Quién más o quién menos tiene un cuñado, suegro, tío, primo o lo que sea que le cae por decirlo suavemente, un poco mal. Y está presente en la mesa de Navidad. Es lo que tiene tener familia, viene en un pack, los que te gustan más con los que te gustan menos. Piensa en cuantas veces al año lo ves y si merece la pena amargarse el día por ello o simplemente pasar y disfrutar del resto.

8. No te sientas obligado a estar feliz
Esta es clave en estos días: no es obligatorio estar feliz, ni disfrutar a tope, ni pasarlo en grande. Si no te sientes exultante, no pasa nada. Le sucede a muchísimas personas, incluso hay quien cae en la melancolía en estos días. Acéptalo y no te fuerces. Te sentirás aliviado.

9. Pasa una tarde de cine y manta
Los que estamos en el hemisferio norte pasamos las fiestas en época hivernal por lo que pasar una tarde mirando películas en el sofá bajo la manta puede ser una gran idea. O haciendo el amor. El caso es estar bajo la manta. 

10. Disfruta con los niños
Si tienes hijos o niños cerca aprovecha para contagiarte de su ilusión, de ver como sonríen poniendo los adornos o haciendo alguna actividad navideña, por tonta que te parezca. Los niños son una de las mejores vías para contagiarte de la alegría de vivir.

11. Acepta tu situación personal
Quizás estás más solo de lo que querrías por estas fiestas, o te dejó la pareja o echas de menos a los que ya no están. Como he dicho en otro punto, no es obligatorio estar alegre ni hace ningún bien estar comparándose con los demás pensando en lo mucho que disfrutan ellos. Cada persona tiene sus circunstancias particulares y  los demás no las conocemos. Así que no presupongas que todos son felices menos tú y deja que pasen los días disfrutando de lo que puedas, sin forzarte.

12. Canta un villancico
Sí, hazlo. Sin vergüenza, a voz en grito, aunque sea a solas en casa. Y si odias los villancicos, canta algo que te guste. El caso es que cantes. Verás que bien sienta.

Sólo me queda decirte: Feliz Navidad! 

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