En partido de la segunda división del campeonato de Indonesia, entre el Persegres Gresik United y el Persiwa Wamena, el árbitro decretó penal en el minuto 90 a favor de este último y se desató la bronca de los jugadores del equipo rival.


Con la sangre caliente por la decisión los jugadores del Persegres agarraron al juez a puñetazos y patadas, afortunadamente los integrantes del Persiwa lograron evitar que la situación fuera peor. Tras la gresca, dos jugadores fueron expulsados del terreno de juego y el penalti fue ejecutado.

El Persegres Gresik United se impuso al Persiwa Wamena por 2-1. 




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