Hacerse un tatuaje hoy en día no parece ser algo loco, pero siendo en una abuela de 79 años quizá si. Sadie Sellers, en una noche loca de Sábado, abandonó el centro geriátrico donde se encontraba, escapando por la puerta trasera para irse a tatuar un corazón violeta en uno de sus brazos.


Uno de los aspectos más curiosos del caso es que los empleados del lugar no se habían dado cuenta de la fuga de la anciana hasta que su hijo Tony fue a visitarla. Asimismo, se supo que la nieta de Sadie fue quien la ayudó a llevar a cabo el escape.

Los hechos sucedieron en la localidad de Derry, Irlanda del Norte. “Es la clienta más anciana que he tenido. Estoy ansioso por ver cómo queda el corazón“, afirmó el joven que tatuó a la anciana.

Ante tal locura Sadie solo se limitó a afirmar  “I don’t fucking care”: “Me importa un carajo“.
Geovanny Orjuela
Curiosidades del mundo

0 comentarios: