Ng Lai-Ying, así se llama la mujer poseedora de estas ‘armas de destrucción masiva‘, supuestamente agredió a un agente con uno de sus pechos, según figura en el atestado policial. “Raro, raro, raro, raro“, como diría el doctor Iglesias Puga.
Durante el juicio, Lai-Ying declaró que durante el enfrentamiento con los antidisturbios, un oficial intentó agarrarla por el asa del bolso y su mano “entró accidentalmente en contacto con su pecho izquierdo“.
También añadió que tras esa acción, ella gritó inmediatamente que estaba siendo víctima de un “asalto indecente“. Sin embargo, el magistrado no creyó la versión de la muchacha e incluso la acusó de utilizar su género femenino para alegar que el policía había intentado abusar de ella, según publica el diario South China Morning Post.
Tras el polémico veredicto, muchas chicas colgaron en varias redes sociales fotos de sus pechos con mensajes en apoyo de la joven acusada. Algunos textos tan irónicos como: “Una nueva arma en Hong Kong!!! Tetas“.
Por otro lado, no se han revelado los supuestos daños que sufrió el agente del orden tras una ‘agresión tan desproporcionada‘ (perdón por la ironía, es que el caso se las trae). Lo que sí parece claro es que la única víctima del arresto policial es Lai-Ying a tenor de unas imágenes en las que la muchacha aparece con la nariz y la boca ensangrentadas tras la carga policial.
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