Transcurría la mitad del segundo tiempo y el Quindío se imponía sobre el Cúcuta 2 a 1, ubicándose primero en su grupo y logrando el ascenso a la primera división del fútbol colombiano, y vaya suceso inesperado cuando Marcos Lagaza delantero de los rojinegros, depués de una jugada de picabarra le mete la mano al balón, cual jugador de voleibol, y logra anticiparse al despeje del arquero para colocar el empate y darle el pase transitorio a su equipo a la máxima categoría.


Qué infamia tan grande, y el (dizque) juez no vio nada, ni su asistente. !Qué verguenza este fútbol colombiano premiando a equipos que no lo merecen y a jugadores tramposos. Y esto se da preciso cuando la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) ubica a la liga colombiana como la novena más competitiva del mundo en estos momentos.

Vamos a ver ahora la reacción de directivos y aficionados del fútbol, y de como se le va a considerar al Cúcuta Deportivo cuando juegue en la A.
Qué tristeza señor Jesurum en esto ha convertido nuestro fútbol:


Por Geovanny Orjuela
Curiosidades del mundo

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