El Liverpool se vio sorprendido ante un Middlesbrough que le complicó la vida y después de un empate a dos goles en los 120 minutos reglamentarios lo llevó a definir la serie en lanzamientos de tiro penal.

Lo curioso de la situación es que se necesitaron de 30 penales para definir quien sería el clasificado a la siguiente ronda de la Copa de la Liga Inglesa.

Finalmente después de 30 lanzamiento el ganés Albert Adomah falló el penal que le daría el paso a Liverpool.


Por Geovanny Orjuela

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