Los autores del estudio han descubierto que mientras los hombres más altos suelen casarse antes, con mujeres de su edad y con mayores ingresos, los hombres más bajos tienen una tasa de divorcio más baja, se emparejan con mujeres mucho más jóvenes y suelen ganar más dinero que su cónyuge.
«Los hombres más altos intercambian su cualidad de atractivo (la altura) para atraer cónyuges con mejor educación, mientras que los hombres más bajos son incapaces de hacerlo», afirman Abigail Weitzman y Dalton Conley, los autores del estudio.
De esta forma, concluyen, se da un «intercambio de estatus basado en la altura, por la que los hombres más bajos compensan su apariencia física con unas ganancias proporcionalmente más altas a las de su pareja, mientras que los hombres altos parecen más propensos a usar su estatus para atraer a las mujeres con ingresos relativos más altos».
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la Universidad de Nueva York analizaron los datos de la Encuesta de Panel para la Dinámica del Ingreso, que se realiza en EE.UU. desde 1968, y donde se registran todo tipo de datos, tanto de los hogares, como de sus integrantes —incluyéndose las medidas de altura por primera vez en 1986, y de forma contínua desde 1999—.
En este sentido, los autores categorizaron como hombres «bajos» aquellos que estaban por debajo de los 167 centímetros en 1986 y de los 170 centímetros en 2009, mientras que los altos serían los situados en más de 185 cm en 1986 y de los 188 cm en 2009.
Los altos colaboran más en casa
Además, los investigadores sugieren que la altura de los hombres, tanto en comparación con otros hombres como respecto a la mujer, influye en otros ámbitos, como el de las probabilidades de que realicen las tareas domésticas.
Según afirma el informe, hay un 25-30 por ciento más de probabilidades de que un hombre colabore en las tareas del hogar cuando tienen una mayor altura.
Vía abc.es
0 comentarios:
Publicar un comentario