Con el Galaxy Alpha, Samsung entra de lleno en un sector monopolizado por Apple: el lujo, el estilo, el diseño. Nadie penetró ahí hasta ahora con Android. Lo más parecido que hemos visto ha sido a HTC, pero sólo Samsung tiene el músculo necesario para salir con éxito. ¿Lo logrará?


Hoy se ha presentado, muchos rumores después, el Samsung Galaxy Alpha. Ese "Alpha" de su nombre es toda una declaración de intenciones. Este terminal es un ensayo de Samsung para empezar a hacer cosas realmente distintas a las que nos tienen acostumbrados. Empecemos por el principio.

En los últimos años, sobre todo tras el Samsung Galaxy S III y S4, así como Note II y Note 3, Samsung había asumido que su estrategia para la gama alta se centraba en especificaciones punteras sobre el papel y precios a la baja combinados con un marketing salvaje para dar salida a casi todo su stock. ¿Alguien hubiera imaginado que el terminal más caro de Samsung en agosto de 2014 iba a tener una pantalla 720p de 4.7 pulgadas, 1.860 mAh de autonomía, una cámara 4 megapíxeles por debajo de la del anterior Galaxy S y cuerpo metálico? Yo desde luego no.

Samsung, por primera vez, ha intentado saltar la verja de la gama premium. Y gama alta no implica necesariamente gama premium. Ninguno de los anteriores Galaxy S o Note tenían el halo premium que sí tienen los iPhone (salvo el 5c) o el HTC One y One M8, por ejemplo. Faltaba diseño, faltaba algo que no fuese plástico en el cuerpo, estuviese mejor o peor disimulado.

El "Alpha" de su nombre revela el ensayo que supone hacer algunos movimientos históricos para un smartphone de Samsung. Por ejemplo, ¿dónde está el slot microSD?

No lo hay. Y eso que Samsung siempre ha tenido en su bandera dar "libertad al usuario" para aumentar la memoria con esta vía y poder reemplazar su batería en cualquier momento. ¿Dónde está el típico marco horrible de policarbonato que imita al plástico? Tampoco, ahora hay metal (ok, sólo en los bordes). ¿Y lo de dar un paso atrás en resolución de pantalla? ¿Por qué la cámara es de "sólo" 12 megapíxeles y no de 16 o 20? No estamos acostumbrados a que Samsung vaya hacia atrás, al revés. De hecho, la presentación del Galaxy S5 ya fue sorprendente. Nadie esperaba ver otra cosa que no fuesen 3 GB de RAM y pantalla 1440p.

Samsung, a menos de un mes de la previsible presentación de nuevo(s) iPhone(s), ha anunciado el que espera que sea su verdadero anti-iPhone. Hablar de "iPhone killer" en 2014 es ridículo. No es este el caso. Samsung nunca ha tenido un producto en forma de verdadera respuesta al iPhone. Simplemente ha tenido otro tipo de producto. Aunque también fuese un smartphone de más de 600 dólares, no era lo mismo. Los de Cupertino salían de la keynote con la casaca impecable mientras los surcoreanos jadeaban el trabajo sucio con una sonrisa.

Ahora Samsung apunta al diseño, al estilo, a lo premium, a la zona gourmet en lugar de al estante de eternas rebajas y promociones para acabar con el stock. Incluso el vídeo promocional apunta a ese segmento al que hasta ahora nunca habían apuntado.

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