Este bóxer, de nombre Duncan Lou Who, nació con malformaciones severas en la pelvis y las patas traseras. Cuando tenía ocho semanas sus huesos estaban completamente soldados y no existía cirugía que pudiera corregir el problema. 

Unas semanas más tarde la veterinaria Amanda Giese de Panda Paws Rescue, una organización dedicada a recoger animales abandonados o con problemas en Vancouver (Canadá), sugirió que la mejor solución para el animal sería amputar sus patas traseras. 

Consideraba que sería, pese a lo drástico de la medida, la única oportunidad para poder llevar una vida mejor. 

En este vídeo puedes ver la primera visita de Duncan Lou Who a la playa. En las imágenes se comprueba que los pronósticos de Amanda Giese fueron muy acertados. 

La capacidad de adaptación del perro hace que sea capaz de mantener el equilibrio, correr a gran velocidad o jugar con otros perros en condiciones de igualdad.


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