Esta es una historia real, me la contó una persona que lo vio con sus propios ojos, usted verá si creer o no creer…
Por Geovanny Orjuela

La tropa avanzaba a paso firme entre la maraña de la espesa selva, para el soldado Javier Villareal era un día más de rutina, pero las cosas no iban a ser así.


Caía la noche y la tropa halló un sitio propicio para descansar, Javier descargó su equipo y se dispuso a colocar su hamaca cuando oyó una voz que le dijo:

“ahí no, ahí duermo yo”

Villareal un soldado valiente, que no se dejaba intimidar por nada y que mucho menos creía en fantasmas hizo caso omiso de la extraña voz y siguió su labor, cuando de repente:

“ahí no, ahí duermo yo”

- ¿Oiga Torres usted escuchó algo?
- No lanza, no me diga que se está volviendo loco
- Jajajajaja no le digo que no se le puede dar papaya

El sueño venció fácil al soldado, pues el cansancio del avance era intenso, pero a media noche el profundo descanso sería interrumpido.

- ¡aaaahhhhhhh!

Torres   - ¿Qué pasó lanza?

- ¡Auxilio, ayúdenme!
- Mi Drago despierte
- Torres ayúdeme
- ¿Qué le pasó que está todo rasguñado?
- Fue ella lanza, fue ella, ayúdeme
- ¿Quién, de qué está hablando?
- La guerrillera
- Cual, yo no veo nada

Teniente Núñez - ¿Qué pasa acá que no dejan dormir?

- Teniente es que Villareal tuvo una pesadilla
- Bueno ya vuelvan a dormir que dentro de poco les toca prestar seguridad.

La noche prosiguió su rumbo acompañada de la luna que con sigilo observaba la mágica y malévola oscuridad.


Villareal no pudo dormir hasta la hora que le correspondió prestar guardia y mucho menos por el dolor de las heridas y los moretones que había sufrido extrañamente.

- Venga lanza ahora si cuénteme qué fue lo que pasó 
- No sé, estaba durmiendo cuando de repente algo comenzó a pegarme y a aruñarme cuando en medio de la confusión vi su rostro.

- ¿Cómo así?
- Si, era una guerrillera
- Pero como, si yo no vi nada.
- No lanza, no era un ser común y corriente.
- No me diga que era…
- Si, un fantasma
- Jajajaja pero si usted no cree en eso
- Pero lo vi, o como cree que me hicieron estas heridas.

En medio de la confusión los soldados siguieron su labor, pero…

“hola soldado”
- ¿Quién me habla?
- “me lo voy a llevar”
- Aaaaahhhhhh

Torres - ¡Qué pasa lanza!... ¡Dios mío¡

El soldado no se explicaba lo que estaba viendo, Villareal inexplicablemente estaba siendo arrastrado de sus pies por una fuerza extraña.


- Agárrese fuerte Villareal
Apareció el día en el inmenso relieve colombiano…
- Mi Drago esto me tiene muy asustado
- Torres no me vaya a dejar solo en esto
- No se preocupe yo lo apoyo, pero tenemos que hacer algo.

Farfán   - ¿Qué es lo que murmuran ustedes?, esta madrugada escuché ruidos.

- Farfán usted no me lo va a creer pero un espíritu está persiguiendo a Villareal
- ¿Cómo?, ¿Qué hizo?
- No, pues desde que armó cambuche en ese lugar el espíritu, al parecer de una guerrillera lo vive atormentando.
- Ahí tienen que estar los restos de esa vieja, ya va a ver como es que los sacamos para que no siga jodiendo.
- Tenga cuidado Farfán.

El valiente hombre con pala en mano se dispuso a desafiar el espectro…

- Bueno voy por ti mamasita.
- “no lo vaya a hacer o si no le va a ir peor que su amigo”

Farfán volteó con asombro su vista y… allí estaba, con sus ojos llenos de odio y su rostro blanco y ajado por el paso de la muerte.


- ¡Ahhhhhh auxilio!

Teniente Núñez  - Qué pasa Farfán 
- La vi, la vi
- ¿Vio a quién?, se nos metió la guerrilla, hable ¿Qué pasó?
- Algo peor mi Teniente, un espíritu, un espíritu nos asecha
- ¿De qué habla Farfán?, ¿se está volviendo loco?

Torres  - No mi Teniente, Farfán dice la verdad, aquí hay un espíritu que está atacando a Villareal y no lo deja en paz.

- No digan que ustedes creen en esas pendejadas.
- Aaaaaahhhhhhh auxilioooo
- Es Villareal otra vez Teniente hay que ayudarlo.

La tropa corrió a ver qué estaba sucediendo, era Villareal que nuevamente estaba siendo arrastrado selva adentro, sus compañeros fueron a ayudarlo y era tal la fuerza del espectro que tenían que tener al hombre entre varios para que no fuera llevado.

Cuenta la historia que las apariciones de la mujer eran más frecuentes hasta que la compañía tuvo que abandonar el lugar, pero aún así Villareal seguía siendo perseguido hasta el punto en que la cordura ya lo estaba abandonando.}


Finalmente el soldado fue sacado del área y sometido a tratamiento, hasta que entró en un trance del cual nunca pudo salir.


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