En una reconocida familia de inglaterra, una madre iba a tener un parto en algĂºn hospital de liverpool, iban a ser gemelas.
Por fin llegĂ³ ese dĂ­a y vinieron al mundo dos hermosas niñas. cuando cumplieron su tercer aniversario la familia saliĂ³ a pasear, de regreso y mientras cruzaban la carretera para recoger el vehĂ­culo que allĂ­ habĂ­an estacionado, sin darse cuenta y en un abrir y cerrar de ojos, un vehĂ­culo se dirigĂ­a a toda velocidad hacia ellas y la desnaturalizada madre soltĂ³ a las pequeñas corriendo a un lado de la carretera. todo ocurriĂ³ en cuestiĂ³n de segundos cuando el carro atropellĂ³ a las gemelas.

No se pudo hacer nada, las niñas habĂ­an muerto. todos los familiares y allegados acudieron al elegante funeral, se notaba un dolor especial en el ambiente, habĂ­a una sensaciĂ³n de tragedia, de una tragedia que posiblemente se habrĂ­a podido evitar. pero nadie como la madre se lamentaba tanto, quien repetĂ­a y repetĂ­a una y otra vez que no debiĂ³ haber soltado a las niñas y que deseaba que dios se la hubiese llevado a ella en vez de a sus queridas hijas.

Dos años mĂ¡s tarde y ya superado el trauma, la madre quiso volver a tener hijos; el padre aceptĂ³. sin saber lo que iba a suceder de nuevo. cuatro meses despuĂ©s el doctor comprobĂ³ que en su vientre habĂ­a un bebĂ©, un hermoso varĂ³n y que para que naciera saludable debĂ­a volver en dos meses para empezar a ejercitarlo. la madre se propuso que lo querrĂ­a como si nunca hubiese tenido hijos.

A los seis meses al niño ya se le veĂ­a claramente la forma de su pequeño y ligero cuerpecito, a los ocho meses la madre sentĂ­a que ya no podĂ­a aguantar mĂ¡s asĂ­ que fue un parto prematuro. la noticia no era de esperarse, la madre se desmayĂ³ durante el parto e inexplicablemente salieron gemelas.

La madre no dio importancia al hecho y daba gracias a dios por haberle devuelto a sus hijas, pero entre dientes la madre y el padre se decĂ­an que nunca mencionarĂ­an nada de lo que sucedido y que las tratarĂ­an como si fueran las primeras.

Una navidad, tres años despuĂ©s, la familia saliĂ³ de paseo al mismo lugar de siempre, al regresar, mientras cruzaban la carretera que tanto pavor daba a la madre las niñas se agarraron fuertemente a las manos de su madre y mientras se encontraban en mitad del asfalto las niñas le dijeron a su madre: “mamĂ¡……no nos sueltes, que aquĂ­ fue donde nos mataron”.



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