Probablemente lo último que imaginan dos hombres que se embarcan en un viaje de pesca es que terminarán salvando la vida de un delfín. Pero fue exactamente eso lo que le sucedió a Paul Burt, reportero de pesca de la cadena de noticias australiana Nine News, mientras estaba pescando con un amigo en el Río Tweed, en la Costa Dorada de Australia.
Fuente: ecologiablog.com
El río Tweed tiene muchos bancos de arena. Es posible que el delfín haya perseguido a los peces utilizados como cebo a lo largo de la orilla del río mientras la marea estaba alta. Cuando la marea bajó, el delfín quedó varado en la playa, a 50 metros de la orilla. Fue allí donde los dos hombres lo encontraron.
Burt dice que el delfín tenía lagrimas en sus ojos cuando él y su amigo se acercaron. La reacción del delfín fue descrita por Burt como de alivio y seguridad de que aquellos humanos venían a ayudarlo. Lo cierto es que no opuso ninguna resistencia cuando los dos hombres comenzaron a arrastrarlo hacia la orilla y, finalmente, hasta aguas poco profundas, donde pudo impulsarse con la cola y nadar río adentro.
Los delfines parecen entender bastante bien cómo comunicarse con los humanos. Hace unos meses, un instructor de buceo que dirigía una inmersión turística en una playa de Hawái fue interceptado por un delfín que comenzó a emitir sonidos y a frotarse contra él insistentemente. Inmediatamente, el buceador notó que el delfín tenía un anzuelo clavado en su aleta e intentó sacarlo, un proceso que duró unos cuantos minutos durante los cuales el delfín soportó pacientemente el dolor. Cuando el buceador consiguió sacar el anzuelo, el delfín se fue nadando y no regresó.
Vía | news.ninemsn.com.au
Vía | www.dailymail.co.uk
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