El 2012 que agoniza ha tenido una protagonista casi única en Europa: la pétrea canciller Angela Merkel, que ha decidido tomar las riendas de Europa pasando por encima de quien haga falta. Pues mientras ella se afana en intentar dirigir con puño de hierro el futuro del Viejo Continente, quizás esté descuidando su país natal, donde urge poner orden. Por ejemplo, se necesita mano dura contra las palomas, o contra algunas personas, según se mire.
Fuente: blogs.20minutos.es
Más allá de que sus corrosivos excrementos están haciendo daño a la arquitectura y las esculturas al aire libre (no lo digo yo, sino Botanical online), parece ser que hay una paloma en la ciudad alemana de Darmstadt con un comportamiento sospechoso. Eso, al menos, asegura una mujer que ha puesto una denuncia por acoso contra el ave ante la Policía local. La señora afirma que el pájaro no cesa de merodear su casa y espiarla durante las 24 horas del día, privándole de cualquier tipo de intimidad.
En su denuncia, esta mujer de la que desconozco si está en plenitud de sus facultades mentales, dijo que “cuando abro la puerta de casa tengo que andar con sumo cuidado para que la paloma no se le meta dentro” y que, si no consigue entrar, se queda posada en una rama de un árbol que hay enfrente, mofándose de ella y esperando la posibilidad de irrumpir en su hogar. (Boquiabierto me hallo después de tener conocimiento de este hecho).
Las burlas del ave han durado unas tres semanas ya que, poco después de ser denunciada y antes incluso de que algún agente de la policía intentara comprobar si los hechos eran fiel reflejo de la realidad, ha decidido abandonar el árbol desde el que perpetraba sus fechorías. Sin embargo, supongo que las burlas de los policías y los vecinos de la mujer se prolongarán durante más tiempo…
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