Fuente: abc.es

La producción de calzado alicantino está suponiendo un cambio social y económico para 1.400 familias de la tribu «masai mara»

Cuando ser millonario consiste en tener 100 vacas y no más coches o casas
JUAN CARLOS SOLER
William Kikanae Ole Pere, líder maasai de Kenia, en su presentación en Alicante
La elaboración de calzado para una marca alicantina en África proporciona acceso a comida y educación, pero también más respeto de sus maridos a las mujeres. Así lo asegura William Kikanae, lider maasai que se encuentra en Alicante para dar a conocer el cambio que está suponiendo la producción de las sandalias Pikolinos en su tribu tanto en lo que respecta a acceso a la educación y comida como en lo referente a jerarquía social.
«Las mujeres antes no tenían beneficios económicos ni derechos. Ahora sí porque ellos se están dando cuenta de que este proyecto está siendo bueno. Por eso ayudan en otras tareas de las que no se ocupaban», explica. El proyecto al que se refiere Kikanae es el puesto en marcha por la anteriormente mencionada marca ilicitana junto a la Asociación de Desarrollo Comercio Alternativo y Microcrédito (ADCAM). Con una producción de 8.000 pares en este año se ha conseguido dar empleo a más de 1.400 mujeres en diferentes «manyatas» (aldeas) en todo el Maasai Mara, hasta la fontera con Tanzania Uganda. Además, parte del beneficio se reinvierte en la concesión de microcréditos para la adquisición de ganado, su fuente de riqueza.
Un proceso que no siempre es fácil debido a la necesidad de coordinar el reparto de las «beads», bolitas con las que se realiza la artesanía típica de la zona, por el territorio. De ello se encarga Kikanae con una furgoneta para que las participantes en el proceso puedan ensamblar su obra en los trozos de piel curtida que desde España le son enviadas. Una vez realizado, las piezas son remitidas a Elche, donde se termina la elaboración del calzado.
«Estas sandalias se hacen conforme a la tradición y cultura masai. Cada una supone unos tres o cuatro días de trabajo y somos nosotros mismos quienes realizamos el control de calidad», explica Kikanae. El proyecto con Pikolinos y ADCAM -iniciado tras una visita de Rosa Escandell, su presidenta, invitada por la Premio Nobel Wangari Maathai- ha supuesto una alternativa para la economía de la tribu. «Antiguamente vivíamos del ganado y el pastoreo, pero ante la falta de estos recursos, cada vez más reducidos, tenemos que adaptarnos», expone. Algo que, siempre según el líder, no tiene por qué ser contraproducente para su cultura: «Podremos cambiar nuestra forma de subsistencia pero nunca olvidaremos nuestro modo de vida», sentencia.
En ello abunda Kikanae cuando se le pregunta su opinión sobre la crisis que atraviesa Europa. «La vida en cada sitio es muy diferente. Nosotros no tenemos coches, ni televisiones. Para nosotros, lo más parecido a ser millonario es tener 100 vacas. Aquí el hombre blanco no es si no tiene más casas», opina.
Kikanae ofrece esta tarde a las 19,00h una conferencia en el Ámbito Cultural, situada en el centro de Federico Soto de El Corte Inglés de Alicante, donde hablará de su modo de vida y cómo llegaron a sacar adelante este proyecto.

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