Fuente: cookingideas.es
“Si no tienes enemigos, no tienes carácter” (Paul Newman)
La mayoría de las redes sociales tratan de conectar a las personas sobre la base de sus afinidades: te gusta lo mismo que a mí, por lo tanto debemos ser amigos. Pero la gente también está conectada y motivada por las cosas que les desagradan, de una manera más intensa si cabe.


El profesor de universidad Terry Dean tiene 400 amigos en Facebook, pero también quiere algunos contrincantes en su vida digital, por lo que el mes pasado lanzó un plug-in de Facebook llamado EnemyGraph que los usuarios pueden instalarse gratis para nombrar y etiquetar a sus enemigos, que luego aparecen como tal en sus perfiles.

La idea es utilizar la palabra “enemigo” de la misma manera que soltamos alegremente la de “amigo”, así que cualquier contacto de Facebook o usuario de la aplicación puede ser un enemigo. Más importante aún, también se puede hacer a cualquier página o grupo en Facebook “enemigo”.
Esto cubre casi todo el espectro social, incluyendo personas, lugares y cosas; y, como pescadilla que se muerde la cola, es una nueva manera de interactuar con los amigos creando alianzas basadas en enemistades comunes.

El Profesor Terry Dean es director del Programa de Medios de Comunicación Emergentes en la Universidad de Texas, en Dallas, y junto con su ayudante (el desarrollador de postgrado Bradley Griffith) cree que existe una gran defecto en la popular red social donde siempre brilla el sol y nunca llueve: el servicio da la oportunidad de presionar el botón “me gusta”, pero no ofrece ninguna forma de indicar las ideas, productos o las personas con las que estás en desacuerdo.

La de “amigo” se trata pues de la única clase de conexión que se puede declarar en Facebook. Por eso EnemyGraph aparece como una crítica a la filosofía social de Facebook, apoyándose en la creciente comunidad de usuarios (ya van por más de 3 millones) que solicitan en referéndum universal la instauración del botón “no me gusta”.

De hecho Terry Dean hubiera preferido utilizar el “no me gusta” en vez del “enemigo mío”, pero la palabra es, literalmente, prohibida por los administradores para evitar que los desarrolladores creen este tipo de botón de disgusto. Los críticos de Facebook dicen que los líderes de la red social quiere mantener ante todo el buen servicio a los anunciantes, que podrían oponerse frontalmente a la imagen de los usuarios despreciando públicamente sus productos.

Lo irónico es que el “no me gusta” o el “enemigo” generaría toda una nueva serie de jugosos datos personales que podrían ser minados y vendidos a precio de cobalto, una herramienta atractiva para la libre expresión que dice mucho acerca de una persona de una manera que un voto positivo nunca podría hacer.

Aunque lo más extraño de todo esto es que el profesor Terry haya pasado todos los filtros para que su aplicación pueda ser aprobada por la empresa, aunque piensa que es sólo porque de momento la utilizan muy pocas personas; por eso cree sin duda que los administradores de FB se la borrarán si se vuelve demasiado popular con el tiempo.

Es entonces cuando pasará de ser “amigo” a “enemigo”.

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