Lo que era de esperar, finalmente, ha sucedido. Las autoridades rusas no están dispuestas a que la reina del pop les remueva el cotarro y les provoque un problema, así que han advertido que multarán a Madonna si defiende a los gays en su concierto de San Petersburgo.
Aunque la verdad es que la multa es bastante irrisoria. Puede que los 5.000 rublos de multa sean una barbaridad para el ciudadano medio ruso, pero para una cantante como Madonna, la cifra, que traducida al cambio está en torno a los 170 dólares, es simplemente, calderilla.
Según el diputado de la Asamblea de San Petersburgo, “Si Madonna o alguno de los organizadores infringe la ley será castigado con una multa de hasta cinco mil rublos”. Una cifra que supongo que no hará desistir a la cantante norteamericana de su decisión de apoyar a la comunidad LGBT rusa tras la aprobación de la ley homófoba que prohíbe la “propaganda homosexual” en la segunda ciudad de Rusia.
Es más, al margen del apoyo a nuestro colectivo, con la polémica le están haciendo una campaña de promoción sin igual a la cantante, que piensa ofrecer un concierto en la antigua capital de los zares el próximo 9 de agosto y en el que según anunció en su perfil oficial de Facebook, pensaba hablar durante su show de la ley homófoba, a la que calificó de ridícula atrocidad.
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