Cuando uno mira el funcionamiento de una ONG lo mínimo que le pide es que sea independiente de gobiernos, empresas o lobbies y que sus campañas respondan, como mínimo, a la voluntad de sus socios (que haya una evidencia científica que respalde sus afirmaciones me parece que ya es pedir demasiado). En el caso concreto de Greenpeace en su web manifiesta que: “Greenpeace es una ONG ecologista y pacifista internacional, independiente política y económicamente, que realiza campañas para preservar los bosques, los océanos y la biodiversidad, para detener el cambio climático y la contaminación y para preservar la paz.”
¿Es esto verdad?
A ver. Dicen que Greenpeace es independiente políticamente. Digo yo que esto puede querer decir que no buscan el lucro y que como organización no están adscritos a ningún partido político, independientemente de las afinidades que tenga cada uno de sus militantes. De hecho su antiguo director ejecutivo en España Juantxo López de Uralde salió de la organización para montar la fallida operación Equo.
Operación política en toda regla, a la cual Greenpeace no daba apoyo oficial por que es independiente y no apoya a partidos políticos. No obstante ¿es real esta independencia? Pues el boletin oficial del registro mercantil (BORME) del miércoles 4 de enero del 2012, en su número 3, página 598 parece contradecir esta supuesta independencia política. Resulta que la organización surgida en 1984 como asociación civil Greenpeace España, es a día de hoy una empresa llamada Greenpeace España SL, que durante toda la pasada campaña electoral ha tenido al mando como administrador a Juantxo López de Uralde, candidato político de Equo a un escaño al gobierno por la circunscripción de Madrid. Un señor que presuntamente se despidió de Greenepace, era a la vez candidato y presidente de la empresa. Curioso.
Pero no acaban aquí las sorpresas. El sustituto de Juantxo al frente de la empresa es Mario Rodríguez. Mario es un histórico (o profesional, según se mire) de Greenpeace, organización de la que no se despidió públicamente como Juantxo, pero que no le impidió convertirse en el jefe de la campaña electoral de Equo. Pasadas las elecciones se ha desligado de Equo y ha accedido al puesto de director de Greenpeace España (la organización, no la empresa). Los cargos que abandonaron IU por Equo como Reyes Montiel e Inés Sabanés no van a tener la suerte que les guarden el sitio como ha pasado con Mario.
Queda claro que una consecuencia del descalabro de Equo ha sido el retorno de Marío Rodriguez al cargo de director ejecutivo. Claro para que el sea el director hay que quitar a la antigua, Miren Gutiérrez, que parece haber salido por la puerta falsa. ¿Cuál ha sido el papel de la presunta directora general de Greenpeace Miren Gutierrez durante todo el proceso?: ninguno. Parece que le estuviesen abonando un salario procedente de donaciones para defender el medio ambiente "para que cubriese el hueco" mientras el Sr. Uralde intentaba alcanzar una cuota de poder político a nivel nacional para la empresa Greenpeace España SL. Si nos atenemos al BORME o a cualquier manual básico de empresariales, a efectos prácticos Miren no parece haber tenido en ningún momento el poder ejecutivo real sobre las actividades de la empresa. Justo al revés de lo que creían sus socios. Lo cual puede explicar su inexistente relación con Greenpeace antes de su fichaje, perfil bajo, ausencia de actividades visibles y que no haya durado ni un año en el puesto. Era un "cargo simbólico".
Recapitulando: Uralde era al mismo tiempo administrador de Greenpeace España y candidato a diputado por un partido político, pero se suponía que había abandonado Greenpeace en aras de su independencia política. Mario Rodríguez, en cambio, sin abandonar oficialmente la organización "independiente" era el jefe de campaña de Juantxo, para pasar, después del descalabro electoral en el que quedó claro que no iban a alcanzar ninguna cuota de poder político a ser administrador de una sociedad empresarial llamada Greenpeace españa SL.
¿Independencia política? Va a ser que no. |
Dentro
de esta política de renovación de cargos, no solo ha caido la directora que no
dirigía. El encargado de transgénicos Juan Felipe Carrasco también ha
desaparecido del mapa, cediendo su puesto a un tal Luis Ferrerim, presunto
experto que con dos Twits ha sido capaz de demostrar su perfil integrista y que no tiene ni idea del tema . Sobre el motivo del cese solo
podemos elucubrar. En contra de Carrasco debe haber pesado el fiasco (medido en
términos de impacto social y propaganda que son los únicos que parecen interesar
a Greenpeace) del presunto congreso científico sobre transgénicos de este mes de
noviembre, al que no fue invitado ningún científico que trabajara con
trasngénicos. ¿De que depende la política antitransgénica de Greenpeace? ¿Por
qué es tan agresiva en algunos paises? En Australia 3 empleado de Greenpeace arrasaron invernaderos
experimentales del gobierno y causaron daños por valor de medio millón de
euros. En esos momentos estaban realizando experimentos para desarrollar trigo
con mayor valor nutricional y menor impacto ambiental. Tuvieron el morro de decir que era un acto de no violencia, a pesar que la
policia de Sydney clausuró la oficina de Greenpeace hasta que los autores
materiales fueron arrestados. Tampoco se cortan en utlizar técnicas mafiosas
para desplegar su política antitransgénicos. ¿Y en Estados Unidos? Pues
curiosamente en el país de mundo que más transgénicos produce y consume, en la
patria de Monsanto, los transgénicos no son ni siquiera tema de portada en la
página web Greenpeace, ni siquiera se encuentra entre sus objetivos prioritarios
ni realizan ataques contra cultivos. ¿A que se debe esta disparidad de campañas?
¿Cómo puede ser algo malo en un país y en otro no? Nunca he conseguido que nadie
de Greenpeace conteste a esta pregunta.
Encuentra la diferencia entre los menus desplegable de Greenpeace España y Greenpeace Internacional |
Este curioso criterio y
disparidad de países lo hemos sufrido en España en otro tema. Hace unos meses
Greenpeace Reino Unido inició una campaña difamatoria denunciando una presunta
sobrepesca por parte de la flota española y una mala gestión de subvenciones por
parte de la flota y gobierno español. Curiosamente demostraron que su
conocimiento de la cultura y gastronomía española es el de cualquier inglés
borracho en Benidorm, por que su campaña se llamó (Rotten
Paella).
Este titulo proyecta una mala imagen sobre un plato típico
español y no aportar ningún argumento técnico racional sobre pesca y parece que
no se han enterado que la Paella no se hace con pescado. La pregunta es ¿Si
España esta vulnerando las cuotas de pesca, por que no lo denuncia Greenpeace
España? ¿Qué pasa? ¿Que no se enteran o es que en Greenpeace Reino Unido
son todos de Gibraltar? Durante toda la polémica Greenpeace España
estuvo callada, como si no le importara que Greenpeace Reino Unido le pisara la
manguera y estuviera proyectando una mala imagen sobre nuestros pescadores e
indirectamente, sobre nuestra gastronomía. Si lo que dice Greenpeace UK es
verdad ¿Por qué no lo denuncia Greenpeace España? Si es mentira ¿Por qué calla
Greenpeace España? Curiosamente y con un informe oficial posterior que desmentía
las acudaciones de Greenpeace UK la flota pesquera británica se vio envuelta en
un escándalo real de fraude en las cuotas y Greenpeace no lo
denunció, ni la española ni la británica ¿Qué pasa? ¿Que en la organización
internacional la delegación británica tiene más peso? Desde luego algo tendrá
que decir de esto Greenpeace España.
Lo que más gracia me
hace es que Greenpeace exige transparencia en aspectos como la
pesca, los transgénicos o las nucleares. Sin embargo no sabemos cuanto cobran
sus directivos, cual es el mecanismo de elección de cargos ni los motivos para
la disparidad de objetivos en función de países. Lo malo es que muchas veces,
aprovechándose de la credibilidad que muchos medios de comunicación les
otorgan, hacen valer su poder. En Europa para legislar sobre muchos
temas se da la espalda a la evidencia científica y se hace caso a los
integristas gritones y pancarteros como Greenpeace. Así nos va.
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