En uno de los estudios de Stanford, los investigadores pidieron a 80 estudiantes decir si ellos o sus compañeros habían sufrido recientemente varios eventos emocionales negativos y positivos. Una y otra vez, los sujetos subestimaron la cantidad de experiencias negativas que sus compañeros estaban teniendo (“había una lucha angustiosa”, “se sentía triste porque echaba de menos a la gente”). También sobreestimaron la cantidad de diversión que estaban teniendo los demás(“salir con los amigos”, “asistir a fiestas”).
En definitiva, Facebook o las redes sociales en general entristecen porque creemos que los demás están tenido menos experiencias negativas de las que en realidad tienen y pensamos que se están divirtiendo mucho más que nosotros. Parece ser que no solo es que queramos ser felices, sino que queremos ser más felices que los demás.
Fuente: refugioantiaereo.com
Fuente: refugioantiaereo.com
0 comentarios:
Publicar un comentario