Recuerdo hace unos años la noticia del filipino que se convirtió en Superman y que le dio la vuelta al  mundo, un caso que nos sirve para reflexionar varias cosas.

Más allá de la noticia como tal que tiene un toque cómico y farandulero, no deja de ser preocupante dentro de los fenómenos y comportamientos que se generan a partir de lo que los medios de comunicación pretenden irradiar y presentar ante la sociedad.

Este es un caso ideal para observar lo que sucede en torno a la responsabilidad de los medios en cuanto a educar se refiere. Estos medios como la televisión han alimentado el comportamiento absurdo del ser humano llevándolo a imitar y hacer caso a todo lo que oye y ve en medios como la televisión.

Es urgente que la sociedad no siga dejándose influenciar fácilmente por lo que dictamina los medios, hallando una responsabilidad inmediata en instituciones como la escuela y el estado, y más específicamente en la atención de los padres en sus hijos, ya que en sus casas y por fuera de ellas se ven expuestos a un mundo de información de difícil asimilación entre ellas la Internet.

El caso de superman es el vivo reflejo de una falla en la estima que halla en la transformación física una búsqueda de aceptación en una sociedad a la que se le ha salido de las manos el manejo de la información.

Aquí les va la noticia completa:

Fuente: elsiglo.com.ve

Herbert Chavez, de Calamba, en Filipinas, cambió radicalmente su aspecto para parecerse a su héroe, Superman. Tras varias cirugías el filipino de 35 años ha ampliado su mandíbula, cambiado sus pómulos, barbilla y hasta su piel para volverla más blanca. Luego se someterá a más cirugías para ser más alto y aparentar músculos en su abdomen.


La fijación del filipino con el "hombre de acero" comenzó desde pequeño cuando lo veía en las caricaturas. Desde temprana edad comenzó a coleccionar objetos de todo tipo sobre Superman y actualmente tiene una colección amplia. Para imitar a su ídolo en todos los aspectos trabaja de día como diseñador de vestidos y entrenador para concursos de belleza, pero luego del trabajo se vuelve "el Superman del pueblo" como lo llama la gente de Calamba.

Los niños juegan con él cuando lo ven en la calle. Personas de la localidad dicen que Herbert Chavez los provee tanto con entretenimiento como valores positivos. Chavez dice "Si los niños están felices, yo también estoy feliz (...) Deberíamos saber que aunque seas un padre o madre normal, cualquiera puede volverse un superhéroe".

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