Fuente: golemp.blogspot.com
El tumor de Jobs fue descubierto en octubre de 2003 durante una exploración rutinaria. Le dijeron que tenía muchísima suerte porque su tumor era una variante rara (<2%) y operable del cáncer de páncreas mientras que la inmensa mayoría no lo es. Con la cirugía, el pronóstico sería bueno a largo plazo porque en ese momento no había metástasis.
Aunque Jobs tenía el sentido común de no hacerse los chequeos médicos por imposición de manos, en este caso rechazó a la cirugía y acudió a una dieta "alternativa" para curarse. Las consecuencias fueron demoledoras: a los seis meses su situación era crítica y decidió operarse, lo que se hizo en julio de 2004. Esos meses fueron decisivos ya que, aunque la cirugía se realizó con éxito, el cáncer se había extendido al hígado, que le fue trasplantado un tiempo después.
El final llegó esta madrugada. Jobs ignoró que no hay evidencia de que una dieta pueda curar ni retrasar un cáncer de páncreas. No la había en el año 2003 ni la hay hoy. Sumergirse en un tratamiento "alternativo" es la forma más segura de que la enfermedad siga su curso y te mate con eficacia. Steve Jobs era un visionario tecnológico pero en esto cometió el gran error de su vida.
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