Fuente: bazan.mx

Bien se dice, que en las empresas familiares la regla de oro es que la primera generación construye un imperio, la segunda se sirve de él y la tercera recoge los pedazos rotos y cierra la empresa.

El caso Facebook es peculiar. Primero, es una empresa candente, en cuestión de prestigio y de universo de usuarios es única, líder en su ramo. Luego, es una historia que se ha llevado al cine, y aunque controversial el tema de la realidad de la trama, hoy por hoy todos tenemos clar quién puede ser Mark Zuckerberg.

En estos días se anunció la salida de su hermana Randi “por motivos personales” como lo expresó en su cuenta de Facebook, en los que se dice, Randi abrirá su propia empresa de mercadotecnia digital, la que si no competirá con Facebook, quizá sí resulte ser impulsora de empresas con redes sociales aparte de Facebook. Sin embargo, el tema no es ese.

Randi deja Facebook, una empresa cuyo momento es único, con inversores en un esquema de mercados secundarios, con un IPO listo, con el claro liderazgo y con el top of mind y la base de usuarios más grande. El salir es como cambiar el oro por semillas de alpiste. Sin embargo, muchas veces la frase es cierta, es mejor ser cabeza de ratón que cola de león.

Su salida supone más un distanciamiento con su hermano, quizá diferencias de opiniones, roces o fricciones, porque a todas luces, salir de Facebook en este punto del tiempo no suena lógico. Otra posible causa sería un tema de gobernanza corporativa en búsqueda de romper el esquema de empresa familiar. El balance final de la salida de Randi de Facebook es positivo para el gigante.

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