Del bloguero egipcio Wael Abbas ya hemos escrito aquí por su protagonismo en la crónica de la represión (encarcelamientos y torturas) que los valientes ciudadanos digitales sufren en Egipto. Ese país dirigido por un tirano al que los estadistas europeos y de la Casa Blanca le piden reformas en lugar de la dimisión.

Wael Abbas es un símbolo de la generación red (internautas que quieren democracia y libertad) y un nombre conocido entre todos aquellos que tuvieron la sensibilidad de atender a lo que pasaba en Egipto, más allá del turismo, antes de la revolución. Ayer cuando llegaban confusas noticias sobre un levantamiento del bloqueo a Internet, muchos fuímos al twitter del amigo Wael, héroe de la libertad digital y callejera. Era cierto aunque las agencias insistían en que no podía ser. Ya funciona algo parecido a internet.

Además Wael, hombre de cárceles y por eso de libertades, estaba bien. En plena forma. En línea y en su línea. El bloguero que simboliza la ejemplar vanguardia de la revolución egipcia, no se andaba con muchas presentaciones. Directo a la batalla.

Nos pedía ayuda: Es necesaria una demostración de protesta en casa de los Mubarak en Londres. Gamal Mubarak, el hijo y heredero del tirano, el refinado banquero que Occidente aceptaría como líder de esta nueva situación. Gamal Mubarak el corresponsable de cada muerte y cada tortura infringida a los disidentes. El hombre de Occidente. Véase más información en WikiLeaks y fotos en el Hola.

Entonces Wael Abbas desde una buhardilla de El Cairo le pasaba al mundo (“mail and twitter”) la dirección en el refugio de Londres de los Mubarak, el refugio de los sátrapas. Londres: 28 Wilton Place, Westminster SW1X 8RL. Twitter se movilizó y una chica no tardó mucho en aproximarse a la vivienda en labores de reconocimiento. Es la globalización y jugamos todos, decía uno. La revolución egipcia se hace global o fracasará. Las brigadas internacionales son esta vez digitales. El movimiento es global. El hastío de una generación engañada.

Uf, el debate derivaba a lo propio. Hay un desencanto explosivo. Grupos de ciudadanos digitales que como en las asambleas callejeras de Túnez, en las que se discute, ahora mismo, si ese gobierno y sus ministros merecen seguir, debatían sobre esta revolución global y las acciones que “podemos y debemos coordinar”. “Es el miedo de las élites, hasta ahora blindadas en su discreta (pero lujosa) urbanización cerrada, abusando e hipotecando al pueblo con sus decisiones mientras ellos cada vez son más ricos y más caraduras”. “1000 parados al día, 50% de paro juvenil”.

“Sí, pero los más lúcidos de los poderosos se saben amenazados”. “En cualquier momento una turbamulta de “tuiteros” cerrará la puerta y saldrá a la calle también en España”. Algunos en UK sugerían, ayer, centrarse en el domicilio del ex presidente de las Azores.

¡No tenemos casa vamos a su casa!

Decía uno facilitando la supuesta dirección de un conocido político y presidente de una Caja de Ahorros. Entonces llegaba el “aguafiestas” y pedía calma. Aunque todos le daban la razón, “esto debe hacerse bien”, “las acciones deben ser pacíficas”. Masivas pero pacíficas. Uno encargó una pizza. Dirección: la casa de los Mubarak en Londres. Otro se quejaba de lo vago que es el internauta español cuando toca salir a la calle. ¿No estará enganchado?.

Mientras el bloguero Wael Abbas enviaba mensajes desde Twitter (retwittear) vía móvil o “nadie” sabe como, ni a lo mejor se debe contar, pero poco importa. Todos los egipcios que han podido, esta noche, enviar mensajes clamaban para que todos los ciudadanos del mundo con Twitter reenvíeen sus mensajes. Están convencidos que el triunfo de su revolución depende de la batalla de la información fuera de su país.

Están alentando el pillaje los enemigos de la revolución, “el mundo lo tiene que saber”. Nos “narraba”, muy nervioso, un egipcio que aprovechó el agujero en la red. Le pregunté al viejo amigo atrincherado por el perfil de sus vecinos, “gente del poder o muy bien situada”. Ok, amigo.

“Los celulares están trabajando, pero los servicios de mensajes de texto aún no están disponibles. Internet con limitaciones puede estar abierto para alrededor de un 8% de los egipcios”, contaban Wael Abbas (y otros que preferían limitarse a informar) sin salir a escena. Un ruido en la escalera y adiós conexión. La policía del dictador incrementa la presión buscando a los blogueros. A Abbas nadie le preguntó por la fuente del dato que manejaba en la madrugada: ese 8% con Intenet.

Ahora todo el mundo sabe que el internet que más preocupa no es tanto el de las élites, incluyo aquí a la vanguardia digital, es sobre todo el de los chicos y chicas de los barrios. “Bajaron miles y miles. barrios enteros. Esa es la clave junto a Internet”. Son los jóvenes que han tenido el valor de jugarse la vida y en muchos casos perderla. Nada sin ellos. ¿Qué dice Cameron de impulsar reformas?. ¿Qué dice Sarkozy? ¿Qué dice Obama? ¿Qué dice Merkel? . Con el responsable de más de 100 muertes en 48 horas. ¿Quién votará a esta gente?.

Hasta tal punto ha llegado la complicidad con el régimen (hicieron lo mismo con Túnez) que no han querido decirles a sus ciudadanos que no viajen a Egipto o salgan de allí pitando. La imagen de que Mubarak (o antes el dictador tunecino) no ha perdido el control de la situación sugerida por unos servicios secretos y ciertos dirigente de cierta Internacional que tienen mucho que callar y responder. Han puesto en riesgo la vida de ciudadanos incluidos nuestros compatriotas. Esa es la verdad de la política. La Realpolitik que no cuenta el Telediario de TVE, ni de Lara.

Mientras Wael Abbas y sus compañeros instaban a sus compatriotas con “algo” de Internet a eliminar las contraseñas de sus conexiones inalámbricas para que otros puedan aprovechar sus servicios. “¡Internet vuelve, atento mundo!”. El orgullo de la blogosfera egipcia – y de muchos fuera de Egipto – no ha conseguido actualizar uno de sus blogs desde el miércoles. Pero si otro más personal.

Si gana la libertad nunca nadie censurará a Wael Abbas. Retwittear los mensajes de la revolución. Ojo con los medios de la tradición. Ya se ha descubierto más de una maniobra de algún viejo corresponsal (más bien estación gubernamental) y aliado del Egipto de Mubarak (y de algún país con miedo a perder influencia) colando noticias de agencia que se dan por ciertas y repiten hasta la saciedad desde algunos medios como loros despistados en Casa del Faraón. ¿Despistados?.

“Caerá el estudio de Aljazeera, Dw-World, la BBC... y el cuadro informativo que se transmitirá al mundo será un caos provocado por la revuelta que lo justificará todo, incluso que siga Mubarak”. Nos contó un pesimista hace unas horas… es la tesis también del principal defensor de Mubarak, el Rey de Arabia Saudí. Otro amigo de España.

El bloguero Wael Abbas se está jugando la vida. Ayúdale. Pon voz a los sin voz. Dispara tu twitter, tu Facebook o tu blog… Internet es el medio de la comunicación de la gente. De los ciudadanos libres que quieren democracia y libertad.

Fuente: http://www.nacionred.com/derechos-humanos/el-bloguero-egipcio-wael-abbas-pide-al-mundo-retwittear-la-revolucion-y-hacerla-global

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