Digan lo que digan, no hay cosa que mueva más las redes sociales que el ego. Algunas personas aseguran que lo hacen por estar en contacto con amigos, para crear networking o simplemente para estar informados. Pero, la verdad, es que todos tenemos una hambrienta mascota virtual llamada: “ego” que nos mantiene pegados al ordenador día tras día. Este voraz “mini tú” es alimentado diariamente con cada Tweet, Follower o Like que recibimos.

Eso sí, no todos son iguales. Algunos son gigantescos monstruos verdes, mientras otros son como una gota de nitroglicerina, pequeños pero mortíferos. Afortunadamente, la Egosfera de los Social Media propone hoteles donde nuestros peligrosos amigos pueden sentirse a gusto y dejar volar todas sus paranoias.

Por eso en este post he querido hacer un resumen de los egos (también gráfico) que, en mi opinión, habitan las redes sociales buscando ansiosos algo de reconocimiento. Para conseguirlo, he decido hacer un retrato robot de sus personalidades. Reconozco que los ejemplos están plagados de estereotipos, pero todo sea por echarnos unas risas.

Los TuentiEgos: son Egos en plena etapa de crecimiento. Están hambrientos de reconocimiento y con muchas hormonas sueltas. Quieren tener un millón de amigos y que otros millones lo sepan. Necesitan consumir comentarios por toneladas y para ello, estarán dispuestos a usar todas las Blackberrys del mundo. Su misión es convertir un viernes de marcha, en algo más mediático que Lady GAGA.

Su mayor temor: que su madre se abra un Tuenti. De ocurrir algo así, todo su universo colapsaría.

Habilidades: escribir como si de un SMS se tratara y reproducir la letra final muchas vecesssssssssssssssss.

Los Facegos: se han convertido en uno de los imperios más grandes del 2.0 gracias al cotilleo. Por eso, estos egos necesitan demostrar mucho para que su principal motor no pierda fuerza. Para ello, se valen de todas las estrategias. Ya no es la foto de ese viernes de botellón, aquí vale todo: relaciones sentimentales, familia, amigos, trabajo y cualquier cosa que demuestre que tienes una vida estupenda y envidiable. Esto servirá para atraer más LIKES y AMIGOS, alimento para su apetito voraz e hilo conductor del chismorreo trasversal. Los Facegos dominan el planeta y lo saben. Mientras no exista otra forma tan eficiente de inmiscuirse en las vidas ajenas y rendir culto a la personalidad, ellos seguirán siendo los amos.

Su mayor temor: los eGo+, una raza peligrosa que amenaza el reino feliz donde viven los Facegos.

Habilidades: dependen de la edad de los Facegos, pero subir fotos de vacaciones, eventos y conciertos es perfecto para conseguir el cebo del cotilleo.

Digan lo que digan, no hay cosa que mueva más las redes sociales que el ego. Algunas personas aseguran que lo hacen por estar en contacto con amigos, para crear networking o simplemente para estar informados. Pero, la verdad, es que todos tenemos una hambrienta mascota virtual llamada: “ego” que nos mantiene pegados al ordenador día tras día. Este voraz “mini tú” es alimentado diariamente con cada Tweet, Follower o Like que recibimos.

Eso sí, no todos son iguales. Algunos son gigantescos monstruos verdes, mientras otros son como una gota de nitroglicerina, pequeños pero mortíferos. Afortunadamente, la Egosfera de los Social Media propone hoteles donde nuestros peligrosos amigos pueden sentirse a gusto y dejar volar todas sus paranoias.

Por eso en este post he querido hacer un resumen de los egos (también gráfico) que, en mi opinión, habitan las redes sociales buscando ansiosos algo de reconocimiento. Para conseguirlo, he decido hacer un retrato robot de sus personalidades. Reconozco que los ejemplos están plagados de estereotipos, pero todo sea por echarnos unas risas.


Los Tweetegos: estos egos han conseguido enmascarar su hambre de reconocimiento y su sed de culto a la personalidad bajo la excusa del trabajo. Al no tener una vida tan maravillosa que fotografiar y en su mayoría ser “Workaholics” a tiempo completo, algunos optan por autoproclamarse “Gurús”. Con este título, buscan obtener el reconocimiento que su vida Friki les ha robado.

Los Tweetegos son exclusivos, ya que no todo el mundo usa Twitter y eso les encanta. Saben de todo y llenan los TL de links sobre Social Media y noticias. Siempre están en una reunión de trabajo, en un lugar muy urbanita o en un restaurante. Siempre tendrán una opinión sobre algo. Los Tweetegos son dependientes de los RTs y los followers, si alguno de estos faltara en su vida (si es que la tienen) se vendría abajo.

Su mayor temor: levantarse una mañana y ver que todos sus followers han huído tras otro “gurú”.

Habilidades: hacer creer que lo del “ego” no les importa y que todo lo hacen por su pasión al trabajo. La verdad: todos tienen un ego corrosivo peor que el de Tuenti y Facebook juntos.

Los Linkegos: estos egos van un paso adelante en eso del “Ego profesional como bandera”. Sus C.V. son como las fotos de Facebook, pero plagado de términos como CEO, MANAGER, DIRECTOR, FOUNDER y CO-FOUNDER. En este universo todos han sido directores de una empresa desde los 5 años de vida. Las invitaciones son su alimento principal y entran en muchos “grupos online” para pavonearse delante de otros “CEOs – FOUNDERS – DIRECTORS”.

Su mayor temor: que una recomendación le ponga a parir y se acabe su mundo virtual de directivo tiburón para siempre.

Habilidades: tener un currículum más impactante que Kofi Annan a pesar de ser director de una empresa de calcetines.

Hasta aquí esta primera entrega de Egos. El próximo mes continuaremos con este repaso por los “egossociales”, que todos tenemos y que tanto nos cuesta reconocer. Faltan muchos, así que si me ayudáis a encontrar otros egos que podamos reflejar en el próximo post os lo agradecería. ¿Y tú? ¿Ya sabes qué tipo de ego tienes?
por Alejandro Di Trolio

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